Esta compilación de relatos es producto del trabajo de dos generaciones de la Escuela de Escritores de la Sogem en Puebla, es decir, de personas que no han esperado ni ambicionado la ayuda de las musas o el Espíritu, sino que han confiado en su esfuerzo, en los resultados de una labor ardua y en virtudes de una larga discusión que, si bien concluida oficialmente en las aulas y talleres que las albergaron en su momento, continúan interminablemente ene el silencio y la soledad de quien se enfrenta por oficio a ese lugar común llamado “la página en blanco”.
Algunos de estos relatos se inclinan por cierta veta fantástica de mayor o menor intensidad; otros son de un realismo duro y flagrante; lo urbano y lo rural, lo céntrico y lo marginal se reparte irregularmente estas páginas. El signo de este libro es, pues, la diversidad.
Sin iluminaciones ni soplos divinos, estos escritores han trabajado de forma minuciosa y exacta por el hallazgo de una historia, una frase, una palabra que sin engaños ni trucos baratos sean capaces de conmovernos, estremecernos o sacudirnos, para que sepamos, al terminar, que hemos estado un rato en el reino de la literatura.