En este trabajo se hace un recorrido crítico por la obra de algunos de los principales escritores de artes retóricas en el México colonial, además de exponer las concepciones expresadas por Sor Juana Inés de la Cruz en su obra poética, que dan muestra clara de su formación en esa disciplina. En efecto, la producción escrita novohispana en el campo de la retórica alcanzó niveles muy significativos ya desde los primeros tiempos, al grado de llegar a convertirse en un aspecto importante de la tradición cultural que confluyó en el México moderno. En esta labor descollaron sobre todo los jesuitas, que para apoyar las tareas didácticas en sus colegios formaron un acervo pedagógico muy notable de manuales, algunos de los cuales fueron productos originales de los profesores novohispanos, mientras que otros eran adaptaciones de obras europeas. En todos ellos se recogía la idea clásica grecolatina de que el objetivo central de la educación era formar ciudadanos capaces de deliberar y argumentar en contextos públicos. Y la capacidad de deliberar, en efecto, era parte central de la retórica, además de fungir como marca distintiva de la phrónesis o prudencia preconizada por los tratadistas antiguos, empezando por Aristóteles.