Dos historias, dos parejas, dos tiempos y dos pasiones. Una de éstas encarna en Gabriel Atlan-Ferrara, director de orquesta, y de Inez Prada, una excelsa cantante de ópera. la otra remite al primer encuentro de la humanidad entre un hombre y una mujer; esas pasiones rompen con todos los límites para consagrarse en una historia que comenzó en la prehistoria y que continúa en una espiral infinita hacia el futuro. Por un lado, participamos de un desencuentro amoroso que marca para siempre a los protagonistas; por otro, gozamos de la intensidad de la música de Berlioz, en su obra La Damnation de Faust. Esta dualidad posee el espejo de dos eras: la de un tiempo remoto y otro por venir, contiendas ambas en los reversos de un mismo sello. En Instinto de Inez reencontramos al Carlos Fuentes de las mejores obras fantásticas. Esta novela lo consagra como el máximo narrador mexicano contemporáneo.
El dueño de frágil sello de cristal vive obsesionado por los secretos que el objeto permite entrever: lenguajes desconocidos y el alfabeto misterioso de una pintura enigmática, así como la historia de un amor imposible y la del reencuentro de una pareja separada desde el principio de los tiempos, cuyos reeencuentros continúan en una espiral infinita hacia el futuro.