La Luna, su fascinación y su misterio, sus diferentes modos de presidir la noche, su luz engañosa y fantasmal, son algunas de las razones que han llevado al hombre a rendir culto a esa compañera celeste de la Tierra. Opuesta o complementaria al Sol, símbolo de la vida o muerte, de la renovación de la vida y de la magia, la Luna gobierna secretamente la imaginación del hombre. Los poemas y dibujos de este libro nos dan una idea de la veneración que el hombre ha sentido siempre por la luna, "esa dulce costumbre de la noche".
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1985. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.