El Maratoniano es una parábola sobre el sentido de la vida y sobre la fatalidad del destino humano, que utiliza como pretexto, la carrera de un corredor de fondo. En la trama de la narración se entrelazan las sensaciones, los anhelos, los temores y las evocaciones del protagonista, con lo hechos de la batalla de Maratón y la epopeya de la defensa del Paso de las Termópilas. En esta obra, las fronteras entre la realidad y el sueño, entre presente y pasado, se desvanece a cada paso; y el umbral de la eternidad surge ante el aliento del personaje para proyectarlo hacia un ámbito donde reverberan ecos épicos y mitológicos.
Maratoniano es una parábola sobre el sentido de la vida y sobre la fatalidad del destino humano, que utiliza como pretexto (y como metáfora) la carrera de un corredor de fondo, el alter ego del autor. En la trauma de la narración se entrecruzan —en una sucesión de imágenes que se desplazan a un ritmo cinematográfico— las sensaciones, los anhelos, los temores y las evocaciones del protagonista, con los hechos de la Batalla de Maratón y la epopeya de la defensa del Paso de las Termópilas.
Los reflejos oníricos del subconsciente del atleta van articulando los trechos de una competencia deportiva que se prolonga y se contrae elásticamente, en un tiempo y un espacio circulares, pero de dimensiones múltiples.
Y si el hilo conductor de la historia son los esfuerzos del corredor por alcanzar la emta y trascenderse a sí mismo, las fronteras entre la realidad y el sueño, entre el presente y pasado, se desvancen a cada paso, con cada látido y el umbral de la eternidad surge ante el aliento del protagonista para proyectarlo hacia un ámbito metafísico donde reverberan ecos épicos y mitológicos.
Maratoniano es una obra literaria de impecable factura, escrita con un estilo vibrante y un lenguaje poético y preciso. Federico D. Chabaud logra construir una trama poliédrica y coral de singular belleza cuya compleja estructura narrativa se va hilvanando párrafo a párrafo.
Maratoniano es una parábola sobre el sentido de la vida y sobre la fatalidad del destino humano, que utiliza como pretexto (y como metáfora) la carrera de un corredor de fondo, el alter ego del autor. En la trama de la narración se entrecruzan ─en una sucesión de imágenes que se desplazan a un rítmo cinematográfico─ las sensaciones, los anhelos, los temores y las evocaciones del protagonista, con los hechos de la legendaria Batalla de Maratón y la epopeya de la defensa del Paso de las Termópilas.
Los reflejos oníricos del subconsciente del atleta van articulando los trechos de una competencia deportiva que se prolonga y se contrae elásticamente, en un tiempo y un espacio circulares, pero de dimensiones múltiples.
Y si el hilo conductor de la historia son los esfuerzos del corredor por alcanzar la emta y trascenderse a sí mismo, las fronteras entre la realidad y el sueño, entre el presente y pasado, se desvancen a cada paso, con cada látido y el umbral de la eternidad surge ante el aliento del protagonista para proyectarlo hacia un ámbito metafísico donde reverberan ecos épicos y mitológicos.
Maratoniano es una obra literaria de impecable factura, escrita con un estilo vibrante y un lenguaje poético y preciso. Federico D. Chabaud logra construir una trama poliédrica y coral de singular belleza cuya compleja estructura narrativa se va hilvanando párrafo a párrafo, de forma que los distintos elementos de la historia terminan por fusionarse armónicamente en un magistral e insólito relato.
Maratoniano es una parábola sobre el sentido de la vida y sobre la fatalidad del destino humano, que utiliza como pretexto (y como metáfora) la carrera de un corredor de fondo, el álter ego del autor. En la trauma de la narración se entrecruzan —en una sucesión de imágenes que se desplazan a un ritmo cinematográfico— las sensaciones, los anhelos, los temores y las evocaciones del protagonista, con los hechos de la Batalla de Maratón y la epopeya de la defensa del Paso de las Termópilas.
Los reflejos oníricos del subconsciente del atleta van articulando los trechos de una competencia deportiva que se prolonga y se contrae elásticamente, en un tiempo y un espacio circulares, pero de dimensiones múltiples.
Y si el hilo conductor de la historia son los esfuerzos del corredor por alcanzar la emta y trascenderse a sí mismo, las fronteras entre la realidad y el sueño, entre el presente y pasado, se desvancen a cada paso, con cada látido y el umbral de la eternidad surge ante el aliento del protagonista para proyectarlo hacia un ámbito metafísico donde reverberan ecos épicos y mitológicos.
Maratoniano es una obra literaria de impecable factura, escrita con un estilo vibrante y un lenguaje poético y preciso. Federico D. Chabaud logra construir un texto poliédrico y coral de singular belleza cuya compleja estructura narrativa se va hilvanando párrafo a párrafo, de forma que los distintos elementos de la historia terminaran por fusionarse armónicamente en un magistral e insólito relato.