Alfonso Reyes ha sido enfático sobre el interés que despierta el estudio de los documentos epistolares: "Sin el estudio de las cartas, la cultura en general (tesoro espiritual acumulado por las generaciones), la historia, la biografía, las letras, presentan zonas de silencio o, a veces, carecen de explicación. Ellas, como decía el Doctor Jonson, nos permiten apreciar los actos en sus motivos, los sistemas en sus elementos, sin contar con el deleite desinteresado de viajar por estos paisajes interiores del hombre que sólo las cartas nos franquean". La relevancia, y la importancia de la correspondencia entre Alfonso Reyes y Werner Jaeger debe verse en ese contexto: es el testimonio del mundo cultural de ambas figuras.