La literatura tradicional que se transmite básicamente por la oralidad es un patrimonio esencial de una comunidad, en el que se refleja su identidad y sus valores. En este sentido, se puede deducir fácilmente que un texto no podrá considerarse como una manifestación del saber y la creatividad de dicha colectividad, esto es, como un hecho folclórico (en este caso literario), mientras la colectividad —ubicada en un lugar, en un espacio concreto— no lo acepte y lo sienta como propio; y si esta colectividad no lo hace así, el texto se perderá, pues no tendrá sentido que se conserve en la memoria colectiva. Buscando ampliar el estudio de la literatura tradicional de México, ante la relativa escasez de trabajos sobre el tema, es que se ha planteado el presente volumen, que incluye trabajos que enfrentan el problema desde distintas posturas, centrándose, desde una perspectiva de variación regional, en el estudio de la narrativa tradicional, aprovechando su pluralidad formal, ya que bajo este término se engloba romance, corrido, cuento y leyenda, formas literarias vitales en el país, con una gama muy amplia de funciones, temas y posibilidades de desarrollo. Por otra parte, al no ser clara la división de México en regiones o zonas que tengan una pertinencia para el ámbito cultural y literario tradicional o popular, se impone una reflexión sobre el propio concepto de región y sobre las regiones habitualmente identificadas. Muchas de las recolecciones de textos tradicionales se han hecho y organizado, a partir de la delimitación de los estados del país —que son una división geopolítica y no cultural— con un sesgo que trata, en muchas ocasiones, de subrayar o incluso de crear rasgos de identidad. Ante el hecho de que, en general, es muy limitado el conocimiento textual de la tradición mexicana, se reúnen en este volumen estudios que son más analíticos que simplemente descriptivos, los cuales buscan un conocimiento más profundo de la tradición y de la identidad cultural locales.