Huyendo de la decepción amorosa, una mujer viaja al lugar de origen familiar para explorar su pasado. Así se desarrolla esta emotiva novela sobre el deseo y el dolor, la pasión y la culpa, y sobre las elecciones que se tienen que hacer a lo largo de la vida. Comienza con el aburrimiento y la desazón de la protagonista, y termina con el silencio, que suele significar tantas cosas...
La literatura de Silvia Molina está construida con una prosa tersa y sabia, que nos conduce con serenidad al interior de nuestras pasiones y nos interroga sobre los destinos posibles. Su escritura combina distintos niveles narrativos y espacios dramáticos para armar las tramas que se han colocado en un sitio preponderante de las lecturas mexicanas. Como en sus novelas anteriores, en El amor que me juraste la autora juega al mismo tiempo con otras historias (la del doctor Carrillo, la del pasado de otro hombre y otra mujer, la de una familia, la de un lugar mítico llamado San Lázaro...), necesarias para que la protagonista pueda entender sus caídas.
Desde La mañana debe seguir gris, una de las obras más entrañables de la literatura mexicana contemporánea. Silvia Molina no había vuelto a escribir una novela tan intensa y perturbadora.