Su análisis resalta el papel fundamental que en el desarrollo nacional tienen el magisterio, la escuela, la familia, el Estado, la iniciativa privada y la sociedad civil.
Nuestra calidad de vida en el siglo XXI dependerá, ante todo, del factor educativo: la educación como base del conocimiento, el conocimiento como base de la información, la información como base del desarrollo.
Por ello, es imperativo preguntarse: ¿Progreso para quiénes? ¿Progreso para cuántos? ¿Progreso en la órbita de la globalización o al margen de ella?
La respuesta para que el futuro no se nos escape de las manos, está en nuestras familias, nuestros alumnos, nuestros maestros.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1997. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.