En el centenario del natalicio de Fernando Benítez (1912), El Colegio de México publica esta edición conmemorativa de La vida criolla del siglo XVI, como un homenaje al que fuera uno de los primeros becarios de esta institución. Luego de una década de escribir para El Nacional, en 1948 Benítez se convierte en su director, pero después de un altercado con Ernesto P. Uruchurto, entonces secretario de Gobernación, debe renunciar. Unos meses más tarde, en octubre de ese mismo año, le escribe a Daniel Cosio Villegas para proponerle "escribir en el plazo que usted fije, bajo los auspicios de El Colegio de México, la historia de Alonso de Ávila que en la segunda mitad del siglo XVI trató de realizar la independencia de México". Cosio Villegas acepta y en 1949 Benítez llega a El Colegio. El proyecto cobra otras dimensiones y le lleva más tiempo del pensado. Finalmente, en julio de 1952 el libro quedó concluido, publicandose al año siguiente. Aquella primera edición salió acompañada de 23 hermosos dibujos de Elvira Gascón, que ahora se reproducen también; y el colofón indicaba que el cuidado editorial había estado a cargo de Alí Chumacero. No cabe la menor duda: Benítez fue uno de los principales protagonistas de la vida cultural en el México de la segunda mitad del siglo XX, tanto por su empeñosa labor al frente de varios suplementos culturales como por su líderazgo en diversos grupos intelectuales.