La poesía de Amado Nervo posee múltiples repercusiones populares y cultas, vigentes aún y lejos del ocaso en el que se hallaba hace cuatro décadas. Nuevo Lázaro, el poeta anda entre nosotros con pie propio, al tiempo que deja oír el timbre peculiar de su voz y la polifonía temática y formal de los trece libros que, por decisión autoral, conforman esta Poesía reunida, cotejada de manera exhaustiva en fuentes originales. Entre otras propuestas de (re) lectura, destaca la cuidada presentación tipográfica de los textos y su anotación detallada en apartados que no distraen la lectura placentera de los poemas.
Hay quienes sólo asocian el nombre de Nervo con el de una calle, un colegio o un aeropuerto; para otros, la mayoría de sus lectores, un poema o un verso del autor son la magdalena proustiana que se remoja en la taza nostálgica de las lecturas infantiles, de los poemas leídos o escuchados en la escuela o en la casa. Para todos ellos, y sobre todo para quienes se acercan por primera vez a estos trece poemarios, son estas páginas y las de los documentados y polémicos estudios preliminares. Considerado por Borges el poeta arquetípico de nuestra lengua, Nervo fue uno de los renovadores de la literatura latinoamericana, pues, según el autor de Ficciones, “cada generación necesita palabras nuevas, pero felizmente Amado Nervo buscó las palabras que no envejecen, buscó, sobre todo en sus últimos libros, las palabras sencillas, las palabras que no parecen imágenes de las cosas, sino que forman, ya Platón lo sospechó, otro universo”.