Cuadernos del viento fue una revista eminentemente literaria, en sus páginas se incluían fragmentos de novelas, cuentos, ensayos literarios, poesía, teatro, novelas por entregas, crítica, reseñas de libros y noticias culturales. En sus inicios (agosto de 1960) fue editada por Huberto Batis y Carlos Valdés. Años después, este último salió de la revista y dejó como único responsable a Huberto Batis, quien a partir del quinto año de la publicación invitó a Esther Seligson como responsable de las finanzas hasta septiembre de 1967, fecha de cierre de la revista. Esto también trajo consigo un cambio en la periodicidad de las entregas, que a partir de entonces aparecerían trimestralmente.
El formato fue tomado de la revista El renacimiento (1869), de Ignacio Manuel Altamirano, con la diferencia de que cada entrega de Cuadernos del Viento le correspondía un color distinto. La política editorial de la revista también estaba inspirada en las propuestas de El renacimiento: ser un medio de expresión y comunicación entre los escritores y creadores (sobre todo jóvenes) sin tomar en cuenta los credos, actitudes y nacionalidades. De esta política de puertas abiertas y no de grupo se deriva el hecho de que Cuadernos del Viento nunca haya aceptado subsidios: su existencia económica dependía de los anuncios comerciales, de las ventas directas en librerías y de las suscripciones de sus lectores, a quienes consideraban sus “únicos jueces”.
Las dos épocas de la revista mantienen la política editorial enunciada en la primera entrega: publican textos de escritores, tanto mexicanos como extranjeros, de los más diversos ámbitos literarios, y casi todos los números incluyen materiales poéticos, narrativos, dramáticos, ensayísticos y críticos.
En los números 1 al 4 predomina la publicación de cuentos, fragmentos de novelas y de obras teatrales (materiales raras veces incluidos en otras revistas de la época), ensayos, artículos literarios y traducciones. A partir del número 4, la poesía, olvidada en los primeros tres números, ocupará un lugar importante, y en los números del 15 al 20 se publicará por entregas una novela, que podría calificarse como “divertimento literario”, titulada Los afanes de un ciego o La redención del clérigo curioso, firmada por Enrico Boto Schamanetis (nombre compuesto con las iniciales de los nombres y apellidos de los siguientes escritores: Enrique Alatorre, Henrique González Casanova, Jacobo Chencinsky, Luis Mario Schneider y Huberto Batis, quienes participaron en su escritura).
A partir de la entrega número 10 (mayo de 1961) aparece la única sección fija de la revista, titulada “Palos de ciego”, escrita por los editores, cuyo objetivo era comentar y criticar “a diestra y siniestra” el quehacer literario y cultural de México. Meses después, esa sección iría acompañada de cartas que los lectores y escritores mandaban a los editores de la revista en respuesta a los “Palos de ciego”.
MIEMBROS INTEGRANTES
Arellano, Jesús Colaborador
Aridjis, Homero Colaborador
Ayala, Leopoldo Colaborador
Batis, Huberto Editor, fundador y director
Campbell, Federico Periodista
Echeverría, Manuel Colaborador
Espejo, Beatriz Colaboradora
Garduño, Raúl Colaborador
González Pineda, Francisco Colaborador
Guzmán, Arturo Colaborador
Macotela, Fernando Colaborador
Monterroso, Augusto Colaborador.
Muñiz-Huberman, Angelina Colaboradora.
Nava, Thelma Colaboradora
Nieto, Carlos Colaborador
Páramo, Roberto Publicación de sus primeros cuentos
Rodríguez Castañeda, Rafael Colaborador
Seligson, Esther Colaboradora
Torres, Juan Manuel Colaborador
Valdés, Carlos Cofundador y editor
Villela, Víctor Colaborador