Bajo este rubro se agrupan varias librerías especializadas en la búsqueda de antiguas ediciones y libros de colección, así como de algunas novedades comerciales. Ocho librerías de ocasión o de viejo: El mercader de libros, Los hermanos de la hoja, El inframundo, Bibliofilia, El gran remate, El mundo feliz, Librería de viejo y Regia, están ubicadas a lo largo de la calle de Donceles, en el centro de la Ciudad de México. Este conjunto de librerías pertenece a cuatro hermanos de apellido López Casillas que, asociados, decidieron continuar la tradición familiar de libreros, iniciada en la década de los cuarenta.
El padre de los hermanos López Casillas, Ubaldo López, comenzó sus actividades como librero, al lado de su cuñado Nicolás Casillas, en la Librería Otelo, fundada hace más de 60 años en las calles de Hidalgo, en el centro de la ciudad. Desde entonces, la familia se dedica al cultivo de esa tradición. Al independizarse de su cuñado, el padre de los hermanos López fundó, con otras personas, en 1946, el tianguis de la Lagunilla; se instaló en la calle de Paraguay, donde vendió libros sobre las aceras. De ahí se trasladó a Belisario Domínguez y después a la calle de Mina. Finalmente, ubicó su librería en la colonia Doctores, en la Ciudad de México.
El primogénito fundó, en 1969, la primera librería de los hermanos y hasta la fecha opera de manera independiente. En 1986, cuatro hermanos más: Fermín, Leonardo, Juan y Mercurio instalan las librerías que hoy ocupan las calles de Donceles. Estos cuatro hermanos comenzaron el negocio en la calle República de Perú con la librería llamada Los Mercenarios de la Cultura; posteriormente, fundaron una más en la calle de Palma, llamada El mercader de libros, trasladándola poco después a su ubicación actual.
El grupo que conforman las Librerías de Ocasión fundó el Centro Cultural Nicolás León, ubicado en el interior de una de las librerías. En este Centro, se ofrecen eventos culturales, exposiciones de gráfica y pintura, películas en video, obras de teatro, conferencias, mesas redondas y actividades de interés cultural general. Estas librerías, a decir de Mercurio López Casillas, son las más grandes en su género. Además, el grupo ha intentado profesionalizar la venta de libros de ocasión, como se les llama, mediante la aplicación de estrategias de organización, clasificación y ajuste de precios, para ofrecer un servicio de calidad a los clientes.
Como iniciativa peculiar en México, las librerías ofrecen la oportunidad, al público en general, de consultar y hasta leer cualquier libro dentro de las instalaciones del Centro Cultural, sin necesidad de comprarlo.
Recientemente, en el sur de la ciudad (Av. Miguel Ángel de Quevedo, colonia Chimalistac), se fundó la librería La Torre de Viejo, con unos 22 mil títulos distintos y ediciones de los siglos xvi al xx.