La librería El Ágora, ubicada en Insurgentes Sur 1632, en la colonia Florida, en la ciudad de México, buscaba acercar al lector con el texto.
Con el fin de fomentar la cultura y el arte, se ofrecían precios bajos en los libros y, con frecuencia, se realizaban exposiciones de pintores extranjeros y mexicanos. Además, la librería contaba con una cafetería, donde se llevaban a cabo regularmente presentaciones de libros.
El Ágora se distinguió por un surtido muy amplio de música clásica y moderna. Manejaba casi todas las casa editoriales y sus especialidades eran la literatura, el arte y las ciencias sociales. Por razones económicas, desapareció a principios de los años noventa.