Estudió en el Instituto Literario del Estado, hoy Universidad de Yucatán, y Biblioteconomía y Bibliografía en la Ciudad de México. A los dieciocho años trabajó como asistente de bibliotecario colaborando con León Felipe y Francisco Monterde, en ese entonces jefes de servicios de la Biblioteca Iberoamericana. En 1924 inició su labor periodística como redactor y reportero de El Diario. De regreso a su estado natal desempeñó varias actividades en periódicos y revistas locales, como ayudante de redacción de la Revista de Yucatán, jefe de redacción de La voz peninsular, secretario de redacción y fundador de La Tarde (1931) y secretario de redacción y dos veces director del Diario del Sureste (1935-1937 y 1953-1964). Colaboró en El Nacional de la Ciudad de México entre 1937 y 1953, donde fungió también como redactor encargado de la página editorial y director de su suplemento cultural, donde escribió en varias columnas: “La nota cultural” (de la que se haría cargo después Andrés Henestrosa), “Señales” y “Tinta en el tiempo”, entre otras. Fue profesor decano de la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas; desde 1937 dirigió varias bibliotecas, entre las que se cuenta la “Miguel de Cervantes Saavedra”. Trabajó en la oficina de bibliografía (1944), llegando a ser jefe del Departamento de Bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública, de 1946 a 1948. A partir de 1964 vuelve a Mérida como Director General de Bibliotecas y Archivos del Estado; en 1969 fundó la hemeroteca “José María Pino Suárez”. Conformó su biblioteca especializada en literatura mexicana, que actualmente se encuentra en el Fondo de la Biblioteca Central del Estado de Yucatán. Fue representante de José Vasconcelos en la Asamblea de Bibliotecarios de las Américas en Washington (1947) y asesor de la delegación mexicana en la Segunda Conferencia de la unesco. Perteneció a varias organizaciones de carácter popular y progresista como la Liga de Periodistas del Sureste (1925), la Liga de Obreros Intelectuales de Yucatán, la Federación de Escritores Proletarios de México en Mérida, al Comité Estatal de Yucatán y a las Juventudes Socialistas de México (1935). En 1969 fue designado presidente del Consejo Consultivo del Centro de Estudios Políticos Económicos y Sociales del Partido Revolucionario Institucional del estado de Yucatán. Sus primeros poemas se publicaron en periódicos y revistas de la península de Yucatán.

Clemente López Trujillo, poeta, crítico literario, periodista, bibliófilo y bibliógrafo. Su labor periodística realizada tanto en Mérida como en la Ciudad de México, estrechó lazos entre los escritores de Yucatán y los de la capital. Su poesía, adoptó con mayor constancia las tendencias estridentistas de la época, al lado del grupo literario Esfinge, las cuales se reflejaron principalmente en Feria de frutas; otra parte de ella, es de corte indigenista, donde nos muestra el alma “de las amargas, de las dulces cosas mayas” envueltas en una nostalgia de gran ternura; su obra más importante, El venado, símbolo de la tierra maya, exalta al indígena y al mestizo yucateco a través de un estilo vanguardista. En Te amo en tres palabras pueden verse sus influencias literarias y filosóficas (Góngora, los poetas místicos, Nietzsche), a la vez que canta a la naturaleza tropical del sureste mexicano. También rescata algunas tradiciones mayas de la región (Leyendas mayas) y, como antologador participó en Cuatro siglos de literatura mexicana, antología que abarca la poesía, el teatro y la narrativa mexicanos, desde la época precolombina hasta el siglo xx; también fue apasionado bibliómano quien adquirió numeroso libros, muchos de ellos de valiosa rareza, fundamentalmente de y sobre el estado de Yucatán.