Enciclopedia de la Literatura en México

Isabel Pesado

Ángel Muñoz Fernández
1995 / 07 ago 2017 11:37

Nació en el D.F. en 1828 y murió en París en 1913. Hija de José Joaquín Pesado y esposa de Antonio Mier y Celis. Fue patrocinadora de innumerables obras de asistencia social para huérfanos y ancianos, y fundó escuelas siempre con el nombre de su esposo. Poeta.

Marinie Ruiz Cabañas Ahedo
26 ago 2019 17:28

Isabel Pesado de la Llave nació el 31 de enero de 1832 en Orizaba, Veracruz, y falleció el 15 de enero de 1913 en París, ciudad donde transcurrió gran parte de su vida. Perteneció a una familia de la aristocracia mexicana. Fue hija del escritor José Joaquín Pesado Pérez y de María de la Luz de la Llave, hermana mayor de Ignacio de la Llave. Se casó a los 36 años con Antonio de Mier y Celis, hijo de Gregorio Mier y Terán, “el personaje más importante de la economía” nacional, de acuerdo con Shanti Oyarzábal Salcedo, comerciante y prestamista conocido como el Rothschild mexicano. Heredero de la fortuna de su padre, Antonio de Mier era uno de los hombres más ricos del Porfiriato; también fue el primer presidente del Banco Nacional de México y representante diplomático del país en algunos eventos de relevancia internacional, como las bodas de oro de la reina Victoria y la conferencia monetaria de La Haya de 1899.

A lo largo de su vida, Isabel Pesado mostró interés por la cultura de México. Demostró su espíritu filantrópico en los donativos y obras de caridad que realizó, entre los cuales destacan la donación de la biblioteca de su esposo a la Biblioteca Nacional de México, así como la de los vitrales de la Basílica de Guadalupe y de su colección de vestidos virreinales, que en 2016 se exhibió en el Castillo de Chapultepec, en el marco de la exposición “Hilos de historia. Colección de indumentaria del Museo Nacional de Historia”. Además, con su herencia y la de su esposo se constituyó la Fundación Mier y Pesado, activa desde el 2 de junio de 1917.

Pesado fue educada conforme a la ideología conservadora del México del siglo xix. Su situación familiar le permitió acceder a una instrucción notable y participar en las tertulias que ofrecía su padre con escritores e intelectuales de renombre. Además, desde su juventud colaboró en el periódico La Cruz, una de las publicaciones más conservadoras de la época, dirigida por José Joaquín Pesado y el obispo Clemente de Jesús Munguía. Con las siglas I. P., escribió poesía y realizó algunas traducciones para ese impreso. Solía traducir cuentos o artículos de revistas, además de libros franceses de educación católica femenina típica de la época, como La morale en action ilustrée ou Recueil d’anecdotes, propres à former le coeur et l’esprit des jeunes gens y Les jeunes héroïnes chrétiennes ou vies édifiantes et traits d’histoire dédiés aux jeunes personnes.

Su primer “ensayo poético” (como ella misma lo llamó) fue “Al bosque de Chapultepec. En México”. Algunos de sus poemas —como “Infortunio” y “Desengaño de amor”— se publicaron no sólo en La Cruz, sino también, años más tarde, en periódicos como El Tiempo Literario Ilustrado, donde la autora fue homenajeada en varias ocasiones. En 1908, pocos años antes de morir, Pesado decidió compilar su poesía en el libro Dichas y penas, editado por Garnier Hermanos, en París. Además, algunas de sus composiciones figuraron en dos antologías decimonónicas: Poetisas mexicanas (1893) y Antología de poetas mexicanos (1894), este último impreso por la Academia Mexicana.

No obstante, la obra más importante de Pesado corresponde al relato de viajes, no a la poesía. En 1870, la muerte prematura de su primer y único hijo determinó el destino de la escritora, ya que con su esposo emprendió un recorrido de tres años en los que visitó casi toda Europa y algunas ciudades de Estados Unidos y Canadá. El periplo inspiró la creación de su diario, titulado Apuntes de viaje de México a Europa en los años de 1870-1871 y 1872, por Isabel Pesado de Mier. La obra se imprimió en edición privada en 1910 y en sus casi setecientas páginas incluye varios apartados sobre religión, aspectos culturales, habitantes —la mujer específicamente— y medios de transporte. Por ello, los Apuntes conforman un retrato de las distintas sociedades de finales del siglo xix alrededor del mundo, desde la mirada de una aristócrata mexicana.

Puesto que la obra de Pesado vio la luz en edición privada, permaneció mucho tiempo en el olvido. Es probable que su recuperación se deba a que el investigador Felipe Teixidor incluyó los Apuntes en su libro Viajeros mexicanos (siglos xix y xx), publicado en 1939. Las primeras investigaciones que se han hecho de la producción de la autora datan de finales del siglo xx; entre ellas cabe citar el trabajo de Nara Araújo, quien se ocupó de Pesado al abordar la escritura desde el extranjero durante la antepasada centuria en los artículos “Aceptar y escapar. Viajeras mexicanas en el siglo xix” (1999) y “Verdad, poder y saber: escritura de viajes femenina” (2008). Respecto a la información biográfica de la escritora y su esposo, Manuel González Revuelta llevó a cabo una importante labor de investigación en el artículo “Finanzas y poesía: México y Palencia a través de la familia Mier y Pesado”. Por último, en 2007 Lilia Granillo Vázquez editó La mirada en la verdadera patria, la cual contiene fragmentos tanto de Dichas y penas como de los Apuntes. Esa obra es la primera reedición de fragmentos de ambos títulos desde que su autora los publicara por primera vez con Garnier Hermanos.

Hay al menos dos razones de peso para considerar a Isabel Pesado como una creadora de gran importancia en el campo literario del país. En primer lugar, ya el propio Ignacio Manuel Altamirano mencionaba que en el siglo xix había pocas obras pertenecientes a la literatura de viaje escritas por mexicanos, y menos aún por mujeres; de ahí la importancia de los Apuntes. En segundo lugar, la posición social, la ideología política y el hecho de ser mujer dotaron a esta autora de un lugar muy particular desde el cual mirar, por lo que su producción es verdaderamente única en su género.

A pesar de que las obras de Pesado vieron la luz en ediciones que ella misma financió —pues las mujeres no solían publicar y si lo hacían era en ediciones privadas o de manera anónima—, tuvo la previsión de resguardarlas en repositorios europeos como las bibliotecas nacionales de España y Francia, gracias a lo cual hoy se puede tener acceso a ellas.

 

Bibliografía

Directa

Pesado de Mier, Isabel, Dichas y penas. París, Garnier Hermanos, 1908.

----, Apuntes de viaje de México a Europa en los años de 1870-1871 y 1872. París, Garnier Hermanos, 1910.

----, La mirada en la verdadera patria. Prólogo, selección y notas de Lilia Granillo Vázquez. París, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, Universidad Veracruzana, 2007. 

 

Indirecta

González Revuelta, Manuel, “Finanzas y poesía: México y Palencia a través de la familia Mier y Pesado”, en Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses, núm. 72 (2001), pp. 5-41.

Oyarzábal Salcedo, Shanti, Gregorio Mier y Terán en el país de los especuladores, 1830-1869. s.p.i., 1978.

Seudónimos:
  • La duquesa de Mier