1995 / 29 nov 2017 08:19
Nació en 1867 y murió en 1920 en la Ciudad de México. Secretario perpetuo de la Academia Mexicana de la Lengua. Se inició en el periodismo literario desde muy joven. Fue profesor de literatura en la Escuela Nacional Preparatoria. Traductor de poemas italianos y franceses. Poeta. Colaboró en los periódicos: El Mundo Ilustrado, Revista Azul, Revista Moderna, El Mundo Ilustrado, Revista de Revistas, Vida Moderna.
Notas: Se publicaron dos libros de este autor en inglés, Several Poems of Enrique Fernández Granados (1902) y Hail o Muse! (1903).
2018 / 08 abr 2024 15:50
Enrique Fernández Granados nació en la Ciudad de México el 4 de junio de 1867 y murió en la misma ciudad el 2 de marzo de 1920. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria e impartió clases de literatura castellana en esta misma institución y en la Facultad de Altos Estudios de la Universidad Nacional, así como de literatura general en la Escuela Normal de Maestros, y de literatura dramática en la Escuela Nacional de Música. Fue miembro del Liceo Mexicano Científico y Literario, del Liceo Hidalgo, del Fomento de las Artes de Madrid, del Liceo Altamirano y de El Ateneo de Lima. Ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua Correspondiente de la Real Española en 1909 y ocupó el puesto de secretario vitalicio de esta institución.
Fue empleado meritorio del Nacional Monte de Piedad, luego del Ministerio de Fomento y, finalmente, de la Secretaría de Hacienda. Trabajó como jefe del Servicio Nocturno de la Biblioteca Nacional y se desempeñó como investigador en el Archivo General de la Nación cuando Luis González Obregón dirigió esta dependencia gubernamental.
Se inició como periodista en 1887 y colaboró en publicaciones como El Liceo Mexicano (1887-1892), Anáhuac (1887), El Universal (1890), Revista de México (1891), con las siglas E.F.G., El Siglo Diez y Nueve (1891), Almanaque Mexicano de Artes y Letras (1896), El Mundo Ilustrado (1896), Revista Moderna (1898-1900), El Mundo Literario Ilustrado (1901), Revista Azul. Segunda Época (1907), El Arte y la Ciencia. Revista Mensual de Bellas Artes e Ingeniería (1909), Revista de Revistas (1910?), Vida Moderna (1915-1916) y El Universal (1919).
En ocasión del tercer centenario de la publicación del Quijote de Miguel de Cervantes, el Liceo Altamirano organizó un concurso; Fernández Granados obtuvo el accésit en dicho evento (1905) con su poema “A Don Quijote”.
Poeta clásico, anacreóntico, discípulo de Ignacio Manuel Altamirano, Enrique Fernández Granados tuvo la singularidad de “haberse mantenido al margen del Modernismo” y, al mismo tiempo, la de ser un clasicista integral que “no se despersonaliza”, sino que lleva “en la voz un acento de autenticidad”, según señalan José Luis Martínez y Octaviano Valdés. Se reconocen en su escritura influencias de Anacreonte, Horacio y Catulo bajo el tamiz hispánico. Por su parte, José P. Rivera celebró esta “saludable” tendencia en las obras de Enrique Fernández Granados escritas en un contexto dominado por obras y publicaciones modernistas y decadentes. La elegancia y estilización de su escritura, particularmente lírica, lo llevaron no sólo a figurar en antologías poéticas tanto nacionales como internacionales, sino también a que varios de sus poemas se tradujeran al inglés (1902-1903).
Ignacio Manuel Altamirano al final de sus días, en el extranjero, escribió cartas a Fernández Granados celebrando la “belleza intachable de su poesía (26 de septiembre de 1891): “El libro de usted es inmortal por su belleza poética […]. Usted progresa, ideas e imágenes de una belleza inatacable, la forma clásica. Eso es griego o romano de los buenos tiempos […]”. Por su parte, Manuel Gutiérrez Nájera también se refirió a Fernangrana (seudónimo) como “[…] un poeta dulce, suave, elegante, cincelador y conciso, que viene de Gutiérrez de Cetina pasando por Luis Gonzaga Ortiz. Las palomas de Venus son sus aves preferidas. No monta en la cuadriga de águilas bravas que rige Díaz Mirón”.
Su obra poética conforma tres pequeños volúmenes: Mirtos (1889), Margaritas (1891) y Mirtos y margaritas (1894). A ellos se suman los volúmenes de traducción de poetas italianos como Giacomo Leopardi, Recuerdos (1898); Pascuale Papa, Poesía (1899); Giosué Carducci, Miramar (1900) y Poesía y prosa selectas (1917); Frondas de Italia (1915) y Exóticas (1898), que reúne versiones al castellano de poetas franceses. Esta fase de su quehacer literario fue encomiada por los contemporáneos de Fernández Granados, principalmente la poesía de Giosuè Carducci, pues el poeta mexicano superó el reto de verter al español la misma métrica de los versos en italiano.
- E.F.G.
- Fernangrana