Enciclopedia de la Literatura en México

José Guadalupe de Anda

Ángel Muñoz Fernández
1995 / 28 nov 2017 09:03

Nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, en 1880 y murió en la Ciudad de México en 1950. Se incorporó a la Revolución en 1914. Fue diputado y senador. Su producción literaria giró en torno a la llamada "novela de la guerra cristera".

Notas: Mariano Azuela y Ermilio Abreu consideraron algunas de sus obras entre las más importantes de su época.

 

José Guadalupe de Anda cursó sus estudios en Guadalajara. Trabajó como jefe de Estación de los Ferrocarriles Nacionales hasta 1914, año en que se incorporó a la Revolución. Fue jefe de trenes de los Ferrocarriles Nacionales, de 1934 a 1935, experiencia que le dio el tema de una de sus últimas novelas, Juan del riel (1942). En 1918 fue electo diputado por el distrito de Los Altos de su estado natal; en 1930 fue senador por el Estado de Jalisco y oficial mayor de la Contaduría de Hacienda de la Cámara de Diputados (1936-1940).

Las novelas de José Guadalupe de Anda de Alba lo inscriben dentro del grupo de novelistas de la Revolución. El hondo sentido de justicia que defienden las aparta de casi todas las obras de tema cristero, de carácter partidista y panfletario. Sus vivencias en el Jalisco hundido en la vorágine de la revuelta cristera le abrieron horizontes para, más tarde, recrearlas en la literatura. Los cristeros (1937) muestra que el movimiento de la Revolución se realizó parcialmente. Su mundo, profundo y hermético, atrae desde las primeras páginas; sus personajes trazados en rápidos diseños nos presentan a los hombres del campo jalisciense. La tierra roja de Los Altos, los cerros pelados, las almas duras están muy bien captados. Desde sus novelas el autor critica los crímenes tanto del gobierno como de los rebeldes. Los bragados (1942) mantiene algunos de los personajes de la novela anterior y se ofrece también un complemento al tema revolucionario. Con el mismo vigor narrativo de la primera se cuentan las fechorías de cristeros fanáticos en contra de los maestros rurales después de haberse aceptado la paz. Es el epílogo de la rebelión (derrotada en 1929), en que ésta vuelve a alentar, fugaz y violenta, en contra de la política social del gobierno. Juan del riel, su última novela, relata la tenaz lucha de los ferrocarrileros, primero explotados por las compañías norteamericanas antes de la Revolución, durante ésta por el dramático papel que jugaron en ella y, después, por la lucha de sus derechos obreros. José Guadalupe de Anda no fue novelista de gabinete. La realidad estética de sus textos no le vino de los libros sino de la vida misma que lo solicitó, lo atrajo y lo ganó para la causa del hombre.