Hija única de Elena Garro y Octavio Paz, desde pequeña fue llevada por sus padres a Francia, donde realizó sus primeros estudios y concluyó la preparatoria en el Lyceo La Fontaine con las más altas distinciones. Regresó al país a los dieciséis años e hizo estudios de antropología; tanto ella como su madre, involucradas en el movimiento estudiantil de 1968, se vieron obligadas a exiliarse cerca de veinte años. Residió en los Estados Unidos y en Madrid, donde Helena colaboró con una columna diaria en el periódico ABC, con temas sobre historia y política, bajo los seudónimos de Tomás Brezo y Vladimir. Colaboró en diarios, revistas y suplementos culturales de la Ciudad de México, especialmente en Novedades, Excèlsior, El Heraldo de México, Sucesos, Por qué? (en la que con el seudónimo Laura, escribía en la columna “El Mundo de la Mujer”) y en Rehilete. Trabajó durante ocho años en el consulado de la Embajada de México en París. Desde muy pequeña escribía poesía en lengua francesa (uno de sus primeros poemas está fechado en 1956). Helena Paz Garro publicó en 1991 sus libros de poesía en francés: Onyx y La roue de la fortune, y Criaturas de la noche, traducido al español por ella misma y su madre.

Helena Paz, poeta y ensayista, presenta en Criaturas de la noche temas fantásticos y mitológicos, donde aparecen elementos extraños a la percepción común, como criaturas nocturnas y lunares. Sus descripciones de la naturaleza son sensuales, plenas de colorido; un enlace de lo cotidiano y la poesía para describir el instante, la vida diaria y el amor a sus padres. Sus poemas también denuncian la violencia y la represión armada.