Nació en Morelia, Michoacán, el 24 de diciembre de 1910; murió el 20 de junio de 1945. Poeta. Fue profesora de Historia y Literatura en San Luis Potosí. Militante del Partido Comunista. Colaboró en Ábside, Aula, Juventud, Labor, Logos, México al Día, Rueca y Saber.
1995 / 02 ago 2017 13:27
Entre 1940 y 1960 se dan a conocer poetas de mérito y de muy diversos tonos, como Concha Urquiza (1910-1945), poeta de lo divino y de lo humano (Obras. Poemas y prosas, edición y prólogo de Gabriel Méndez Plancarte, 1946), que supo modular con intensidad emotiva los cantos de los místicos españoles.
24 ago 2007 / 22 ago 2018 08:21
Nació en el seno de una familia católica, su religiosidad prevaleció hasta su muerte. Muy pequeña perdió a su padre y su familia se trasladó a la Ciudad de México. Desde adolescente experimentó vocación por las letras, a tal grado que a los trece años publicó sus primeros poemas en la Revista de Yucatán, en 1923 y, más tarde, en Revista de Revistas. De 1928 a 1933 radicó en la ciudad de Nueva York, lo que le permitió estar al día en autores y obras hasta entonces importantes por aquellos años, además de que perfeccionó su dominio del inglés. Más tarde, ingresó a la orden de las Hijas del Espíritu Santo (1938). Poco después abandonó el convento y se fue a radicar a San Luis Potosí, donde impartió clases de Literatura Española en su Universidad (entre 1939 y 1944). En este último año, se fue a la Ciudad de México donde estudió un tiempo con José Gaos en la Universidad Nacional Autónoma de México y simpatizó con el Partido Comunista. Más adelante, se fue a Tijuana, Baja California, a dar clases en el Colegio de las Hijas del Espíritu Santo. A los ocho días de haber llegado, murió ahogada en las playas de “El Estero”, en Ensenada. Participó activamente en la vida cultural e intelectual que le tocó vivir, prueba de ello son sus colaboraciones en diversas publicaciones como Rueca, Ábside y América.
Concha Urquiza del Valle, considerada como la poeta religiosa más importante en las letras mexicanas después de Sor Juana Inés de la Cruz, por la importancia de su obra y el interés que ha despertado en críticos como los hermanos Méndez Plancarte, Joaquín Antonio Peñalosa, Germán List Arzubide y, más recientemente, José Vicente Anaya y Margarita León Vega, en vida no publicó ningún libro: un singular poder de autocrítica parece habérselo impedido; muchos de sus poemas, escritos en cualquier papel, los regalaba a sus amigos, olvidaba o desechaba. Además, muchos de ellos fueron destruidos por otras personas. Su lírica refleja un profundo sentimiento erótico a lo divino; por este sentido manifiestan marcados paralelismos con autores como Santa Teresa, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León, poetas clásicos latinos y, sobre todo, con el Cantar de los Cantares y los Salmos de la Biblia. Sus primeros poemas, publicados en revistas, revelaban ya a una poeta de gran sensibilidad, en constante conflicto consigo misma, aseguran los estudiosos. Las formas clásicas españolas fueron su predilección, en especial, el soneto, la lira, la canción, el romance y el terceto en endecasílabos y octasílabos. En El corazón preso se reunieron sus poemas de 1937 a 1945, en donde se manifiesta un obcecamiento por el deseo de comunión y unión con Dios y otros temas místicos como la ausencia del amado, así como a una poeta que se debatió permanentemente en una dualidad espiritual entre la carne y el espíritu. Algunos críticos han calificado su poesía de "viril", lo que ha hecho pensar en un oculto lesbianismo. En el 2003 se montó la obra de teatro Furor, con parte de sus textos. Dejó inédita e inconclusa una novela y un diario, del que sólo se publicaron fragmentos.
Instituciones, distinciones o publicaciones
Revista de Revistas
Rueca
Ábside. Revista de cultura mexicana
América. Revista Antológica de Literatura