Alfredo Barrera Vásquez fue un investigador y traductor. Reconstruyó textos originales en maya mediante el cotejo de varias versiones de documentos similares, como en el caso de The Maya Chronicles (1940), publicada por la Institución Carnegie, Estados Unidos, y El libro de los libros de Chilam Balam (1948), publicado por el Fondo de Cultura Económica. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua; de la Academia de Historia Franciscana de Washington; y de la Sociedad Mexicana de Antropología. Encabezó el grupo de especialistas encargados de elaborar el proyecto editorial del Diccionario maya Cordemex (1980). Fundó la Academia de la Lengua Maya, la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona, especializada en historia de Yucatán y el Centro de Estudios Antropológicos, que llegaría a convertirse en la actual Facultad de Antropología de la Universidad de Yucatán. En el año de 1964 el Gobierno del Estado de Yucatán le confirió la Medalla "Eligio Ancona".
Sus biógrafos anotan que desde niño hablaba el maya y el español, pues convivió en su infancia y adolescencia con los indios mayas de Yucatán y conoció y se interesó por sus costumbres y problemática, ya que su padre fue técnico henequenero y administrador de haciendas de ese estado. Realizó estudios, desde la enseñanza primaria hasta el bachillerato, en España. A su regreso en 1917 estudió simultáneamente en la Escuela de Bellas Artes de Mérida y en la Escuela Normal del Estado. En 1919 viajó a la capital del país para perfeccionar sus estudios de Pintura y Grabado. En Yucatán impartió clases en la Escuela de Bellas Artes y en la recién fundada Facultad de Ingeniería. Trabajó como dibujante y publicista para costear sus estudios en la Escuela Normal de Maestros y en la Facultad de Filosofía y Letras (ffyl) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam); algunos de sus maestros fueron Antonio y Alfonso Caso, Federico Gamboa y Pablo González Casanova. Tomó también cursos de Antropología e Historia en el Museo Nacional de México, donde fue alumno y asistente del arqueólogo y fotógrafo alemán Teodoberto Maler, como copista de documentos históricos mayas; al titularse en 1932, fue nombrado investigador del Museo Nacional. Realizó traducciones del maya al español e inglés del Chilam Balam de Chumayel en la Universidad de Chicago, en la que estudió Lingüística y Folklore; y en las Universidades de Tulane, en Nueva Orleans y en la de Columbia, Nueva York, “Técnicas para la investigación de filología arqueológica”. Colaboró con el doctor Sylvanus Morley, de la Institución Carnegie, en la preparación de La civilización maya. Regresó a Madrid y a Andalucía para continuar especializándose en Filología. Fue director del Museo Arqueológico e Histórico de Yucatán; en 1937 obtuvo el doctorado. En Mérida fundó la Academia de la Lengua Maya, el Instituto del Museo, dependiente de la Universidad de Yucatán; la Biblioteca Crescencio Carrillo Ancona, en 1939; el Instituto de Etnografía, Historia y Bibliografía de Yucatán, en 1940; el Centro de Estudios Mayas en donde creó la carrera de Filología Maya, en 1959, así como el Centro de Estudios Antropológicos, en 1965. Como director del Instituto de Alfabetización de Lenguas Indígenas de México, creó el programa de cartillas de alfabetización para los hablantes del maya, náhuatl, purépecha y otomí. Colaboró en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco) en programas sobre el uso de las lenguas nativas en la enseñanza, en la capacitación del pueblo somalí en la educación y la salud, y en el programa de alfabetización, en Bolivia. En Mérida dirigió el Instituto Yucateco de Antropología e Historia (1959-1976) y el Departamento de Filología y Lingüística del Centro Regional del Sureste, perteneciente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah) y a la Secretaría de Educación Pública (sep).
Alfredo Barrera Vásquez, lingüista y traductor, antropólogo e historiador de la cultura maya. Publicó un libro de poesía y una antología de cuentos mayas. Es autor de más de cuarenta y siete títulos contenidos en libros y publicaciones periódicas; en los que siempre dejó ver el interés multidisciplinario por la civilización indígena antigua y contemporánea, especialmente la maya. Sus estudios de lingüística se enfocan en la escritura y el calendario maya, la antropología social y la etnohistoria, sin dejar de lado la arqueología. Entre los principales libros que estudió y tradujo del maya antiguo al español e inglés se inscriben El libro de los libros de Chilam Balam, reeditado varias veces, y El libro de los Cantares de Dzilbalché; organizó el Diccionario Maya-Español, considerado su mayor logro, e incursionó en la etnobotánica con su tratado Nomenclatura Etnobotánica maya, que realizó en colaboración con su hijo que fue biólogo. En esa obra dio a conocer la nomenclatura bilingüe de la flora yucateca y de Centroamérica. Investigó y tradujo textos de fuentes indígenas de la Colonia y trazó las vías para su estudio y desarrollo en Yucatán. Sus investigaciones abordaron de igual modo todas las manifestaciones de la cultura maya como el arte y el folklore; además de su economía como lo apunta en El drama del maíz. Fue uno de los primeros investigadores en estudiar las farsas escénicas de los mayas y la habilidad que mostraban para la representación teatral, a base de pantomimas satíricas y agudamente críticas contra todo personaje de su momento histórico. Entre sus obras se cuentan también biobibliografías y Cuentos mayas, una selección, Cruz: poema en cinco puntos cardinales, en el que poetiza sus conocimientos como mayista y una novela inédita bajo el título provisional de “Flamboyán”.
Instituciones, distinciones o publicaciones
Academia Mexicana de la Lengua
Centro de Estudios Mayas (IIFL-UNAM)
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
El Colegio de México COLMEX
Academia Mexicana de la Lengua
Secretaría de Educación Pública (SEP)