Estudió en la Escuela Nacional de Maestros y una especialización en Letras Españolas en la Universidad de Coahuila. Se ha dedicado a la docencia, a la administración cultural, al periodismo y a la literatura. Inició su actividad docente en 1941; fue maestra de planta en la Escuela Normal Superior del estado de Nuevo León, de 1961 a 1971, donde fundó el Departamento de Extensión Cultural; trabajó como jefa del Colegio de Literatura y como maestra de tiempo completo en los cursos de verano en la misma institución. Después ejerció la docencia en la Escuela Normal Superior de Coahuila de 1976 a 1977. Ha tenido varios puestos administrativos vinculados con la cultura: coordinadora a nivel nacional de los Centros de Acción Educativa de la Dirección General en el Medio Urbano, de la Secretaría de Educación Pública, de 1971 a 1975, años en los que radicó en la Ciudad de México; directora del Programa VIII del Desarrollo Integral para la Familia de Coahuila y de la escuela de Bellas Artes “Santa Anita”, en Saltillo, Coahuila, de 1975 a 1977; coordinadora de Asuntos Culturales del gobierno de Coahuila y subdirectora de Cultura de la Dirección General de Educación y Cultura del mismo estado, de 1979 a 1988; jefa del Departamento de Servicios Culturales de los Servicios Coordinados de Educación en Tamaulipas, de 1984 a 1990; directora de Operaciones del Instituto Tamaulipeco de Cultura, de 1988 a 1992, así como directora de la Casa de Arte de Ciudad Victoria. Ha obtenido varios reconocimientos como el Premio de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes por la obra Canasta, en 1958 y el Premio de Teatro Mexicano por Otoño muere en primavera, en 1960; en poesía recibió el primer lugar en los Juegos Florales del Instituto de Ciencias y Arte de Tampico, Tamaulipas, en 1969, y el Premio Único de Poesía en el Concurso Saltillo 400, en 1977; en 1963 recibió el Premio Mariano G. Sosamonte, en Monterrey, por cuento, así como el Premio Único de Cuento Saltillo 400, en 1977. Fue elegida la Mujer del Año, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, en 1983, y ha sido reconocida por su labor a favor de la cultura por el Ayuntamiento de Victoria (1989 y 1990), por la Asociación de Tamaulipecos radicados en la Ciudad de México (1989), por la Asociación Internacional de Teatro Amateur (1989) y por su labor teatral en Aguascalientes (1991). Ha colaborado con cuentos y ensayos en varias publicaciones periódicas como Vida Universitaria, Ensayo, Diálogo, Las Armas de la Crítica, y en el suplemento cultural de El Porvenir; ha publicado durante muchos años su columna “Ventana Dominical” en el periódico Diario de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Altair Tejeda de Támez es cuentista, ensayista, poeta, novelista y dramaturga; su labor como promotora cultural le ha permitido abordar en sus obras diferentes aspectos sociales y humanos. En su poesía la naturaleza, el amor y la nostalgia son temas recurrentes; reflejan su interés por los sentimientos y el amor en la vida cotidiana. En sus cuentos lo mismo aborda de manera satírica o seria aspectos de la brujería, la amistad y el amor, como la inocencia en los niños o el ingenio del mexicano. En sus ensayos analiza la obra de escritores como Ramón López Velarde, Alfonso Reyes o Sor Juana Inés de la Cruz. Finalmente, en su teatro, aborda dos temas: los problemas de comunicación de la pareja que, en la mayoría de los casos, provoca una tragedia (Canasta, Buenas noches Soledad, Los fantasmas del espejo roto, Los Mutantes, Otoño muere en primavera); y las tradiciones, costumbres y supersticiones del mexicano en relación a los curanderos (Yerbabuena).