Como en otros poemarios, en Donde todas tus fantasías se hacen realidad el poeta Janitzio Villamar rompe con la cuadratura de la sintaxis. Y vuelve a suspender la prisa de las palabras, dejándolas a la mitad de su sentido; como para dar una tregua o contener la pasión expectante, reposada, serena —aunque no por ello menos impetuosa y emotiva— de los momentos de plenitud. La musa de su inspiración aparece en su dedicatoria, y en uno de sus poemas como símbolo del poeta romántico en que se ha transformado con su búsqueda:“¿Eres una en unidad, una,/ o acaso multitud en uno el nombre uno solo,/ Dina, Carolina, Carito o Salina, la de Bécquer, Bécquer?” nombre que se integra al del poeta español. Su identidad es la de todas las mujeres que en ella caben; las del romanticismo que Ella posee. Su encuentro causa sensaciones múltiples, detenidas, demoradas, sinestésicas. Que convierten al espacio-tiempo en el habitable cuerpo de Ella, su amada. La vaga sombra, o más bien la clara sombra, a la que ha llegado el enamorado poeta. Que late con la cadencia del insistente título de sus poemas, el mismo que da nombre al volumen. Los contrapuntos son apenas poemas que reiteran que se han encontrado al fin, en ese sitio. El locus amoenus que han conquistado y que quisieran fuera eterno, infinito.
Gloria Zaldívar Vallejo