Así como la granada con reserva y paciencia matiza su color aguardando el momento idóneo para abrirse, desgajarse, Martha Margarita Tamez, añejando experiencias, olvidándose de rebuscamientos, adornos innecesarios o desmedidos, se da a la tarea de plasmar pensamientos surgidos no de la razón sino del sentimiento.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1996. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.