Segura es tan culpable como sus entrevistados: en él, la voracidad del lector y la curiosidad propia del periodista, producen un ritmo fluido y ameno, una verdadera emoción del lenguaje.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1996. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.