Un clima de lúcido delirio envuelve El conjuro de la Sirena desde el primer admirable y violento episodio de esta novela donde la realidad hace cada vez más amplios sus límites hasta borrarlos por completos.
Historia y ficción, pasado y presente, ideas, noticias y acción se entrelazan con una libertad, una naturalidad y una firmeza que en todo momento contribuyen a mantener despierto el interés del lector. Más allá de la abundancia de personajes y peripecias, de la voluntad de estilo, del planteamiento de los problemas de nuestra sociedad, la razón primordial para avanzar en la lectura de esta obra es que Alejandro García tiene la capacidad de volver a asombrarse a partir de las interrogantes esenciales: ¿qué es el tiempo; que sentido tiene la vida y la muerte; qué son el destino, la libertad, el amor?
Felipe Garrido