Con las pretensiones propias a las del divertimento literario, En el océano oscuro se ofrece como novela de las fatigas propias a los amores furtivos y de sus tramas siempre lábiles, siempre en la fragilidad, en la frugalidad y la fuga. Cada cual de este tipo de amores, pan cotidiano y vino, urde la telaraña de su vivacidad entre emociones, anhelos y desencantos. El de la novela, expande la red de su durabilidad en diálogos y relatos, igualmente fugaces, sustento ellos mismo del juego en que se construyen la fuga amorosa, los desencantos y la dimensión enigmática en que se figuran las mujeres, según el creador del psicoanálisis y según los entrevelos del narrador de la novela.