Hablar sobre poesía es por ende complejo, por lo mismo, referirnos a la poesía erótica resulta más complejo, ya que no sólo combina lo relativo a ésta, sino que es un concepto que ha sido moldeado a través de los tiempos por las distintas sociedades: el erotismo.
Parafraseando a Octavio Paz "el acto de escribir entraña un desprenderse del mundo, algo así como arrojarse al vacío, el mundo se abre, es un abismo, un inmenso bosteza, el poeta está sólo sin mundo que apoyarse, entonces crea su propio mundo"; si en ese nuevo mundo se entrelaza sensualidad, pasión, deseo, libido, y sus proyecciones, matiza entonces su poesía como erótica.
El poeta siente, ve y escribe más allá, es sensible, entraña sentimientos profundos e intensos, cuando crea fuera de sí, buscándose y transmutándose. El acto sexual encierra abrirse para morir poco a poco y renacer en ello, cuando estos se amalgaman, el océano de sensaciones se transfigura y se reinventa.