El actor en el siglo XVIII, entre el Coliseo Nuevo y el Teatro Principal analiza la dramaturgia y actuación en europa y su repercusión en el teatro de Nueva España. El funcionamiento del Coliseo Nuevo y la vida del actor, su situación ante la sociedad y la Iglesia y su relación con el público. Muestra aspectos de su vida personal y profesional, su economía, preparación y desempeño escénico a través de la prensa y crítica de la época. Recupera una parte importante de la memoria teatral mexicana al reflejar corrientes, estilos y características propias que, al atraer noche a noche a amplios sectores de la población, establece una tradición que continúa a la fecha. Una lectura interesante y amena para lectores que, sin estar ligados con el teatro, se interesan por conocer su desarrollo.