Es la frontera territorio limítrofe, no solo en el sentido político, geográfico o territorial, sino también en un sentido cultural más amplio, sentido onotológico y de identidad. Aquí los límites del ser y de la identidad se expanden y contraen según la actitud que se adopte ante la forma de vida que dicho lindero septentrional impone.
Sin embargo, esta trilogía teatral aborda una serie de temáticas que no son privativas del contexto territorial y cultural señalado, sino que también se aventura a exponer, mediante elemento propios de una estética tradicional, más bien ligada al realismo, y a través de rasgos de realismo virtual y realismo mágico, circunstancias, situaciones y tópicos propios de las clases sociales representados por los personajes de los dramas que integran este libro, personajes que viven al límite de sus posibilidades y de su realidad mediata e inmediata, personajes que se han detenido en la frontera de sus vidas, línea que separa el anhelo del alcance de su existencia.