El flautista en el pozo es una ecléctica selección de ensayos, artículos, entrevistas, reseñas de libros, aforismos y estampas autobiográficas, tan exentas de sentimentalismo como cargadas de humor y densidad humana, a través de los cuales el lector puede asomar al fascinante universo intelectual y familiar de Charles Simic, uno de los más notables poetas norteamericanos contemporáneos, cada vez más leído en una y otra orilla de nuestro idioma.
Hay aquí páginas acerca de colegas que él admira, como –Emily Dickinson, Vasko Popa, Benjamin Péret, Pablo Neruda, Octavio Paz–, lo mismo que notas sobre poesía y filosofía, meditaciones acerca de los sueños y el insomnio, recuerdos cinematográficos, alabanzas a la comida (“recuerdo mejor lo que comido que lo que he pensado”), estampas de la vida de un joven poeta en ciudades como Chicago y Nueva York, y reflexiones de corte político.
No agota este libro los muchos temas que Simic ha tocado en su ya dilatada obra ensayística –ni siquiera sus diez libros recogen la totalidad de los numerosos y variados textos que ha publicado a lo largo de cuarenta años en revistas y publicaciones periódicas de Estados Unidos y Europa; haría falta otro volumen para tener una expresión cabal de todas ellas–. Pero quien se adentre en él podrá hacerse una muy buena idea de la variedad de sus heterogéneos intereses y de la fortuna con la que los aborda.
Pocas cosas producen tanto placer como la prosa de un gran poeta.