La realidad es egoísta. No nos permite asomarnos a escudriñar en la vida de otros. La ficción, en cambio, derrocha generosidad. Le abre al lector las puertas y las ventanas del mundo, nos invita a hacer un viaje a lo desconocido. Siempre hay un pero, para ese viaje necesitamos un guía con experiencia. En los cuentos que se ofrecen en este volumen 20 figuraciones y una fantasía desesperada, Arroyo-Furphy no solo es una guía profesional y hábil, sino muy confiable. Para colmar nuestra dicha, la guía nos ofrece postres: su impecable conocimiento del español y un amor declarado por la literatura. Si con el título Susana Arroyo-Furphy nos hace suponer un homenaje al poeta chileno, al terminar de leer sus cuentos podemos decir con certeza: confieso que he vivido.