28 escritores mexicanos de diferentes procedencias y edades escriben sobre las experiencias fílmicas que los han marcado. La única consigna para elegrilos fue que amaran al cine casi como a la literatura y que dentro del vasto mundo cinematográfico escogieran su película favorita. Inició entonces una afanosa exploración de la memoria en cada uno de ellos: diálogos que habían resonado durante años en su cabeza y que ahora se conectaban con el presente; el paralelismo de una abuela con la imagen de Norma Desmond en Sunset Boulevard; imágenes que provocaron una intensa reflexión acerca de la vejez y la muerte; o una tenaz reticencia a escribir sólo de una película.
Durante un año de paciente y feliz esera, se fue elaborando un diario de experiencias como las varias secuencias que articulan una película, una gran película donde los escritores tomaron la palabra.