Hijos naturales y cuentos más ilegítimos evidencia una narrativa eficaz, desconcertante y cautivadora. Tarsicio García Oliva nos coloca en el punto justo donde se cruzan diversas historias: una de evocación, frente a otra que se resuelve en lo sarcástico y mordaz. En estos cuentos nos asomamos a la iluminación profana, a la tensión causada por la ironía y a las desventuras de personajes regocijados en su tragedia, características que determinan las historias de nuestro escritor. García Oliva traza su filiación escritural con el carácter incisivo que encontramos en narradores mexicanos como Ibargüengoitia y Enrique Serna. Con un agudo sentido del humor el autor nos ofrece la posibilidad de emprender una exploración entre los recursos lúdicos del relato, mediante la conformación de personajes tragicómicos y situaciones límite en las que el lector se reconoce. La reunión de estos cuentos nos entrega una prosa libre y un riguroso territorio de la imaginación, donde asuntos personales, cotidianos o históricos se resuelven en la vuelta de tuerca que ofrece la literatura: desde las evocaciones hipersensoriales a partir del cloruro de sodio hasta las rencillas entre una conocida francesa y el general Zaragoza, el esperado viaje a Marte con sus aterrizajes forzosos o la crónica pormenorizada de un partido revolucionario no institucional.
Diana Rodríguez