Enciclopedia de la Literatura en México

Cartas y relaciones de Hernán Cortés al Emperador Carlos V

Los primeros cronistas a quienes podemos considerar ya vinculados en nuestra literatura son naturalmente los mismos conquistadores, que referían los hechos como testigos presenciales; y el primero de ellos, por de contado, el propio capitán del ejército invasor, Hernán Cortés, quien, en sus Cartas de relación dirigidas al emperador de España nos ha dejado un parangón de los Comentarios de la Galias, menos pulcro que el romano, mucho más cargado de sentido popular y sincera emoción,  y tan tendencioso como el otro. Cortés se enamoró de su presa desde el primer momento. Creyó poder someterla jugando con las rivalidades entre los diversos reyes y régulos sometidos de mala gana al Imperio Mexicano; y sólo cambió de ánimo y se entregó decididamente a la violencia, como por despecho y desengaño, cuando al llegar a Tenochtitlán comprendió que sus artimañas diplomáticas resultaban ya del todo inútiles ante el tremebundo desperezo del sentimiento nacional entre los aztecas, sentimiento que desbordó con mucho la voluntad apocada o conciliatoria del emperador Moctezuma (especie de rey Latino en esta Eneida). De modo que el pueblo azteca emprendió por sí mismo la verdadera lucha contra el conquistador, dejando de lado a Moctezuma y capitaneado por su heredero Cuauhtémoc, como un día el pueblo español combatirá, casi por su cuenta y riesgo, contra la invasión napoleónica , sin hacer caso de su monarca.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1770. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.


Los primeros cronistas a quienes podemos considerar ya vinculados en nuestra literatura son naturalmente los mismos conquistadores, que referían los hechos como testigos presenciales; y el primero de ellos, por de contado, el propio capitán del ejército invasor, Hernán Cortés, quien, en sus Cartas de relación dirigidas al emperador de España nos ha dejado un parangón de los Comentarios de la Galias, menos pulcro que el romano, mucho más cargado de sentido popular y sincera emoción,  y tan tendencioso como el otro. Cortés se enamoró de su presa desde el primer momento. Creyó poder someterla jugando con las rivalidades entre los diversos reyes y régulos sometidos de mala gana al Imperio Mexicano; y sólo cambió de ánimo y se entregó decididamente a la violencia, como por despecho y desengaño, cuando al llegar a Tenochtitlán comprendió que sus artimañas diplomáticas resultaban ya del todo inútiles ante el tremebundo desperezo del sentimiento nacional entre los aztecas, sentimiento que desbordó con mucho la voluntad apocada o conciliatoria del emperador Moctezuma (especie de rey Latino en esta Eneida). De modo que el pueblo azteca emprendió por sí mismo la verdadera lucha contra el conquistador, dejando de lado a Moctezuma y capitaneado por su heredero Cuauhtémoc, como un día el pueblo español combatirá, casi por su cuenta y riesgo, contra la invasión napoleónica , sin hacer caso de su monarca.


Ficha de diccionario de Resumen de la literatura mexicana (siglos XVI-XIX), de Alfonso Reyes (Obras completas de Alfonso Reyes; XXV. México: Fondo de Cultura Económica [Letras Mexicanas], 1991).


* Esta contraportada corresponde a la edición de 1870. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.


 
Editorial: Pequeños Grandes Ensayos. Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial / UNAM
Lectura a cargo de: Juan Stack
Estudio de grabación: Universum. Museo de las Ciencias
Dirección: Margarita Heredia
Operación y postproducción: Pablo Flores / Cristina Martinez / Sonia Ramírez
Año de grabación: 2008
Género: Ensayo
Temas: En las Cartas de relación, Hernán Cortés informa al emperador Carlos V sobre los descubrimientos en el nuevo continente y los grandes sucesos de la Conquista. Extraído de dichas epístolas, en el relato “La gran Tenochtitlan”, Cortés describe sus primeras impresiones respecto al encuentro con una de las más destacadas civilizaciones indígenas: la ciudad de Tenochtitlan, el transcurrir de la vida en una ciudad lacustre, la hermosa arquitectura de sus templos y la enorme riqueza natural de los alrededores. El doctor Ernesto de la Torre Villar subraya las virtudes de esta misiva escrita por Cortés: “La descripción que nos hace de la gran Tenuxtitlan representa el primer gran retrato de una ciudad maravillosa que conmovió la mente entusiasmada y asombrada de los europeos. Prodigiosa imagen de la ciudad asentada en los lagos, con una majestad y grandeza excepcionales. Tal es el valor de este relato, el primero que conocemos, el más palpitante y vivo”. La versión escrita de este título puede consultarse en la colección «Pequeños Grandes Ensayos», publicada por la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. D.R. © UNAM 2009