«Vagaba por las calles sin el peso de un destino que cumplir ni el murmullo de un reloj metido en la cabeza. Vagaba con la lejana esperanza de encontrar al viejo sucio y predicador, hincado en medio de una calle, gritando a viva voz que éramos unos cerdos, unos hijos de la chingada, amorales por naturaleza, desvergonzados frente a los ojos de Dios ...
Sin embargo, a quien encontré fue a mi vieja amiga Clarisa. Una mujer que, probablemente, a los ojos de aquel profeta, sería el modelo más acabado del cinismo y la negritud del alma, una mujer ajena al temor de Dios.»
“Tuve en ese momento la impresión de que la ciudad no era otra cosa que nuestra tumba.”
“Quería imaginarme dormido lejos de allí […] quería sentirme desligado de todo contacto humano, ser una piedra, un objeto sin accidentes, un molusco que duerme enclaustrado en los residuos microscópicos de su propia piel.”
La novela se desarrolla en las calles de la ciudad de México, en sus noches; en el centro Histórico entre tugurios de mala muerte, ficheras, drogas y alcohol. Los personajes están ahí viviendo el día a día, deseando salvarse pero decidiendo no hacerlo: prefieren que la vida pase y se vaya.
Guillermo Fadanelli nació en la ciudad de México. Hizo estudios de ingeniería. Escritor. Algunas de sus obras son: En busca de un lugar habitable (ensayo); Elogio de la vagancia (ensayo); Dios siempre se equivoca (aforismos); Plegarias de un inquilino (crónica); ¿Te veré en el desayuno?; La otra cara de Rock Hudson; Malacara; Educar a los topos; Lodo, Hotel DF (novelas). Fundado de la revista y editorial Moho (1988), la cual dirige en la actualidad. Es colaborador de Nexos, Letras Libres, Generación, Día Siete, Tierra Adentro, Revista de la Universidad y varias más. Ha sido columnista de los suplementos culturales de Unomásuno, La Crónica de Hoy y El Universal, La Nación (Chile) y La Vanguardia (España). Durante el 2007 fue becario del DAAD, en Berlín. Ha obtenido los premios nacionales Colima e IMPAC por sus novelas Lodo y La otra cara de Rock Hudson. Ya casi no tiene amigos porque los ha perdido con el pasar de los años. Y parece estar muy contento.