“Hay que tener valor para terminar la fiesta cuando ya se acabó… Nadie se atreve a cortar la música, a esta hora emanan de su cripta los espíritus y la gente se torna más sincera, las almas vomitan sus penas y los niños lloran porque se acuerdan de cuando eran aún más niños: vivimos en la letra de una canción ranchera.”
Carla es una chica de veinte años que toma de la vida lo que se le presenta: un departamento de lujo en el centro de la ciudad de México, un chico guapo que se muere por ella, un par de amigas excéntricas, drogas, fiestas y una madre que la abandonó desde pequeña y se llena de culpas falsas para después vengarse de su propia hija.
Guillermo Fadanelli nació en la ciudad de México en el Hospital del Sagrado Corazón ubicado en Calzada de Tlalpan. A los 9 años libra su primera pelea con los puños y pierde contra un niño al que apodaban el Caperuzo. A los 11 años su padre lo interna en una escuela militar donde en lugar de corregirse se hace más cínico. A los 13 años gana su primera pelea después de un amplio historial de derrotas. A los 18 tiene su primer auto: un Rambler 67. Su primer viaje es a San Francisco a los 21 años. Allí conoce a su tío Johnny, excombatiente de Vietnam, quien lo inicia en el arte de beber cerveza. A principios de los años ochenta ingresa a la Faculta de Ingeniería. Allí conoce a Yolanda Martínez y acompañado por ella y un grupo de amigos funda la revista y la Editorial Moho. Ha publicado varias novelas: Lodo, Malacara, Clarisa ya tiene un muerto y Educar a los topos. Ha obtenido los premios nacionales Colima e IMPAC por sus novelas Lodo y La otra cara de Rock Hudson. Ya casi no tiene amigos y parce estar muy contento.