“Hay un poco de Ulises en Simbad”, escribió André Gide, uno de los autores que integran el arsenal de lecturas y contribuyeron a modelar la conciencia de la generación mexicana históricamente conocida como los Contemporáneos. Hijos directos de la Revolución, vivieron aceleradamente sus procesos vitales y sus metamorfosis artísticas. El viaje, el amor, el teatro fueron vacaciones practicadas por ellos en nombre de una nueva religión: la velocidad, que otorgaba un sello distintivo a cada uno de sus actos. Hay mucho de Penélope en Ulises pretende capturar el espíritu de una época que modificó de manera radical las formas de ver el arte y la vida.
La obra da comienzo en el interior de una casa vivienda en el centro de la ciudad de México, entre marzo y julio de 1928. Un grupo de jóvenes se vale de la curiosidad y la crítica como antídotos contra el tedio y el conformismo, mediante el montaje de la obra de teatro. Ninguno tiene experiencia previa en las artes del escenario. Pero a todos los une la inconformidad contra el imperante nacionalismo, sofocante y mezquino, de su tiempo. Celestino Gorostiza, Antonieta Rivas Mercado, Gilberto Owen, Clementina Otero, Manuel Rodríguez Lozano y demás cofrades experimentan una veloz transformación cuyas consecuencias determinarán el resto de sus vidas.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2009. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.