Con una narrativa zigzagueante en su cronología nos acercamos a esa segunda persona a la que Alberto Forcada le habla: con su voz le revive sus andanzas en la escuela, en el barrio, las mudanzas y los amoríos no concretados, la virginidad a medio perder, las escenas en las que atestigua una violencia cotidiana que lo invita a participar constantemente, desde el bullying hasta la delincuencia, con el constante sentimiento de culpa camuflado en complicidad con la inacción…
Masiosare se arma con breves capítulos, a veces sólo unas pequeñas viñetas, desde un párrafo descriptivo o reflexivo, hasta relatos que bien podrían servir como cuentos independientes: Forcada hilvana una historia a retazos para completar un cuadro (o tal vez un espejo). El personaje es un estoico que defiende la veracidad de la muerte de su madre al apostar todas sus canicas; es también su propio enemigo, un extraño dentro de sí.