Es otoño en Canadá, una mujer se enfrenta al fantasma de la enfermedad. Desde esa trinchera, Natalia comienza a reencontrar su vida desplegada en los correos que cruza con amigos y familia. El tiempo se le escapa mientras la conciencia del dolor la transforma. Siente y mira las huellas de su deterioro sin melodrama: con una resistencia feroz. Sus pensamientos la llevan a la marcha del silencio en el 68, donde un fotógrafo extranjero y la ausencia de Guillermo —su joven amor— le cambiaron el rumbo para siempre. Ahora, desde la otra cara del tiempo y el silencio de Brian, rescata sus afectos. Revive el dolor de la ausencia anhelando aquel otro cuerpo. Pero será a través del propio —aniquilado como hallará sosiego. En este nuevo tiempo suyo, Natalia querrá adueñarse de la intensidad del libro que ahora la acompaña. Bien sabe que la pasión puede surgir de una palabra, un día de sol o el deseo de una mirada.
Aline Pettersson narra el recorrido vital de luz y sombras visto desde la meditación de una mujer que se enfrenta a la muerte. Pero acaso la vida no acabe con la enfermedad. Es ahí donde comienza para ella.