El romanticismo formó un variadísimo repertorio de situaciones, tonos, escenarios y personajes en la poesía mexicana del siglo XIX. Bien visto, se trata de un legado rico y sorprendente, pero también no menos inestable y confuso como todo momento fundacional. Este volumen ofrece una selección de voces: Manuel Carpio, José Joaquín Pesado, Ignacio Rodríguez Galván, Fernando Calderón, Vicente Riva Palacio, Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Antonio Plaza y Juan de Dios Peza. Sus poemas ponen al descubierto algunas de las maneras de ver, entender, fijar y celebrar la historia y los paisajes de la nación, por un lado, y por otro muestran la forma en la que el temperamento romántico actuó sobre el espacio de la vida emotiva y espiritual de los individuos. Aquí presenciamos el vuelo de una patria íntima, iluminada por la singularidad de su naturaleza y tocada por los detalles de su historia, así como los ingobernables sobresaltos del corazón expuesto a la novedad del sentimiento y la sensibilidad.