La crítica como una emanación de los libros: La literatura en la Nueva España de José Joaquín Blanco (una obra dividida en dos tomos, Conquista y Nuevo mundo y Esplendores y miserias de los criollos), añade a la contundencia en la investigación una amenidad y goce verbal que sacan a la historia literaria de los bizantinismos y el adormecimiento con notas al pie, y la vuelven letra fresca, intensidad y riesgo en el juicio, movimiento y agilidad ante las fuentes. En la obra de Blanco no hay dato pertinente que falte, pero sobre todo no falta la habilidad literaria que hace disfrutable de ese dato. De Hernán Cortés y Bernal Díaz a Sor Juana y Fray Servando, de la literatura de los cronistas y los frailes novohispanos al teatro de Juan Ruiz de Alarcón, de Sigüenza y Góngora a Clavijero y los "mesias de la Independencia" al fin de la vida colonial, Blanco cubre extensa y limpiamente un periodo difícil y complejo, que en otros libro ha propiciado el aburrimiento y la abstrusión, y lo deja entendible y antojable. En esta obra de Blanco la hechura de un texto histórico se vuelve imaginación ensayística y, junto con eso, impulso narrativo. La historia literaria como una forma de la aventura, y un momento óptimo de algo que ha tomado fuerza en los últimos años: el rescate moderno de la literatura novohispana. Esplendores y miserias de los criollos es una obra autónoma y es parte, a su vez, de una historia colectiva de la literatura mexicana.