Los días 6 y 7 de noviembre de 2008 se realizó en El Colegio de San Luis, a través de su Programa de Estudios Literarios, el Primer Coloquio Nacional Los Raros. La Escritura Excluida, en el que participaron nueve instituciones académicas del país, once estados y diecisiete investigadores; resultado de ese primer coloquio es este libro que incluye una parte significativa de los temas tratados.
Hablar de raro en literatura, de autor raro u obra rara, no implica obligadamente descubrir genios, se refiere más bien a la investigación y difusión de la obra de escritores olvidados por diversas razones, quienes en diversas ocasiones contribuyen decisivamente a la construcción de lo que puede llamarse la "atmósfera de una época".
Los autores vistos en este coloquio fueron: Pedro Miret, estudiado por el doctor Javier Perucho; Carlos Duarte Moreno, por el maestro José Juan Cervera Fernández; Juan Manuel Torres, por la doctora Norma Angélica Cuevas Velasco; Antonio Cuesta Marín, por el escritor Ignacio Betancourt; Bernardo Couto Castillo, por la maestra Ana Laura Zavala Díaz; Alfredo R. Placencia, por el maestro José Julio Valdés; Rafael Vega Albela, por el doctor Juan Pascual Gay; Rafael Bernal, por el licenciado Salvador García; Beatriz Ofelia, por el maestro Raúl Ramírez García; Samuel Walter Medina, por el doctor Carlomagno Sol Tlachi; Armando Ramírez, por el licenciado Kazuki Alberto Ito Cervera; además, una reflexión general sobre lo raro por el doctor Andreas Kurz.
Es tiempo de que tales escritores, y otros afines por descubrir, obtengan una rehabilitación literaria escamoteada debido a su condición de bohemios y desgarrados o al estigma de su rareza y excentricidad. En realidad estos autores fueron llevados al anonimato, "la forma más cotidiana y cierta de la rareza", por su modo ordinario y regular de vida que no logró integrarse a las exigencias de su época. En el conjunto presente resulta notorio que en muchos de los creadores analizados el mérito principal no es su anecdotario, sino su aportación a ese corpus llamado literatura nacional.
Ignacio Betancourt