Por azar, el ingeniero Francisco Reyes Ibáñez –ocurrente y espabilado catedrático universitario de la Comarca Lagunera– resuelve casos policiales en sus ratos libres. Un letárgico día de verano, una alumna suya interrumpe el aburrimiento del profesor para pedirle que resuelva una urgencia familiar: su prima, Helena Salgado, desapareció sin dejar rastro. Paco acepta, sin pensar en las posibles consecuencias, que no se hacen esperar: su novia Alejandra amenza con dejarlo debido a su peligrosa afición, su jefe lo pone en jaque por sus constantes ausencias, políticos y juniors intentan humillarlo, el aguerrido judicial apodado El Burro, lo adopta como su ayudante, y un enigmático personaje que se siente amezado por sus pesquisas atentará contra su vida. Las desapariciones continúan. Ocurren asesinatos que tienen inminente relación con los hechos. Las cúpulas de poder defienden sus oscuros intereses.
Esta novela es una reflexión sobre el mal. El que nos convierte en víctimas, el mal cotidiano que no se oculta y al que el protagonista define como la negación de nuestra capacidad para hacer lo correcto. Una novela que va de la ciudad al golpeado campo mexicano en busca de las claves de un caso que, lejos de aclararse, se enreda cada vez más.
Francisco José Amparán nació en Torreón, Coahuila, en 1957, y falleció en esa misma ciudad en 2010. Apasionado de la Historia y la docencia, en los setenta despuntó con una obra que lo llevó a obtener más de una docena de reconocimientos (entre ellos, el Latinoamericano de Cuento 1983 y el Nacional de Cuento San Luis Potosí 1986). En los noventa publicó relatos y novelas de corte policiaco, participando así en el auge de un género que recrea en clave mexicana la clásica trama de investigación. En el norte es considerado un referente indiscutible por las nuevas generaciones de escritores. Otras caras del paraíso, novela fresca, amena y desenfadada (que el autor consideraba su mejor libro), representa una buena puerta de entrada a su obra, plena de buenas tramas y del sentido del humor.