Este libro contiene dos series de obras cortas reunidas cada una bajo temática particular. La primera serie, Tejer la ronda, a pesar de constar de nueve segmentos, brinda la ventaja de usar los siete interiores como obras de un acto. La seguda, Querétaro imperial, ofrece sus nueve obras carácter independiente, lo que da un total de 19 obras en un acto.
Tejer la ronda es una colección de obras creada con estudiantes de Arte Teatral, juveniles y muy escénicas, muestran muchos matices del sentido de humor de su autor; desde la ironía melancólica hasta el chiste violento. Tejer la ronda hace homenaje a La ronda de Schruitzler, en cuanto que aquí se trata también del sexo y sus conflictos, pasiones, alarmas, decepciones. Desde la inciación hasta la separación y el hastío, en diversas etapas y numerosos caractéres.
Querétaro imperial, retratono tanto de una ciudad como de una época de México, reune tres obras sobre la última noche de Maximiliano, el infortunado emperador. Tres obras de origen indígena, mágicas y nacidas de auténticas tradiciones otomíes. Y tres obras de pequeña burguesía, esa clase para la que el tiempo no transcurre ni la farsa se marchita. Escritas para jóvenes y estudiantes, todas las piezas cortas que se incluyen en este libro son hermanas naturales de las series D.F. 26 obras en un acto y D.F. nueva serie, 13 obras e un acto (publicadas por Grijalbo, que de Emilio Carballido también publicó la novela Las vicitasiones del diablo).
