En Tangram, Aldo Vicencio invita a ser testigo y contemplar con serenidad profunda las luces y sombras de la existencia, se sumerge profundamente en la reflexión, la transitoriedad y la conexión de elementos que nos conforman comos eres. Tangram funciona bien como aquel meticuloso rompecabezas, pues a través de sus imágenes, nos brinda componentes para descifrarnos desde lo más recóndito.
En cada poema, Vicencio nos envuelve dentro de una senación de orden desconcertante, desde la persiana que separa mundos hasta la maleta roja al otro lado del mar, somos guiados a través de esta serie de paisajes emocionales, dando como resultado un conjunto de versos que nos hacen palpar la belleza y la catarsis.
Tangram, es sin dudas, un poemario que nos desafia en lo más hondo. Sereno y contemplativo, esta obra nos precisa ensamblar nuestro rompecabezas personal, para descubrir una solemne visión del mundo.