Modus Ponendo Ponens. Así se tratara de un manual de lógica matemática, novela o fotografía, quizá a Carroll no la hubiera gustado si la portada no fuera una play boy para niñas, sin maquillaje, a blanco y negro, confundiéndose con el color mate de la vejez, pues una vez que dejaban la pubertad, ya no eran más partícipes de la fiesta del té. Ahora bien, los niños y las niñas toman té en modus ponendo ponens, es decir que eso infiere que no es té lo que toman, ni poesía lo que escriben, los 21 niños que se carcomen las uñas, que nacen y se desviven, donde su profesión primera es la de poéta, pero qué más de si eso no significa absolutamente nada, a ninguno de los invitados inspirará el buen Carroll, ninguno de ellos usará el Baldor para intentar revivirlo, sin embargo están ahora en este libro, ellos son la V muestra de poesía latinoamericana, por inferencia.
-Iris Kiya
[También incluye textos de José Zarzi.]
