Enciclopedia de la Literatura en México

Vicios anotados

Aunque no siempre lo aplica ni se deja limitar por él, podríamos decir que Pedro Mena Bermúdez tiene un método: reduce la cantidad de sorpresas hasta el mínimo. "Voy descartando posibles laberintos, lo cual no implica que termine en uno menos abstruso", declara en La precisión del cuchillo, su ensayo sobre el grito en Artaud. Así, desde una cercanía a otra cercanía mayor y hasta casi bochornosa, contempla las cosas hasta que, entre esas minucias ampliadas, logra verdaderos hallazgos. Con un interesante uso del relato en el ensayo, su escritura —aunque no sea enrevesada y evite el uso de jergas opacas— tiende a la búsqueda de nuevas estrategías oblicuas, de esos instantes esquivos en que el placer de observar encuentra su oportunidad.

Pero esta suerte de encomio a las vistas sesgadas no es lo único que hay en estos Vicios anotados. Tambien hay viñetas de infancia algo benjaminianas además de crónicas donde campea un humor comprensivo y mordaz, que no sé si tachar de filosóficos pero que sin duda viene de la filosofía. Porque Mena Bermúdez tiene un temperamento filosófico: ahí donde otros se exigen viajes y contingencias, él despliega a lo largo de este libro una especie de elogio del que se queda fuera, empermeable a esas imposiciones. Estamos ante un autor que refresca la tradción de ensayistas como Rossi o Reyes, donde no hay temas menores, los géneros se cruzan sin problemas y lo principal es un estilo de interrogar.

Nicolás Campos Farfán

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2019. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.