El libro Las paredes blandas–invisibles al estado establecido del espacio que cruzo para encontrarte, esta vez de pie sobre una mesa sin patas. La virtud del arquitecto estremecida. Queda corta la línea en los planos ante la inercia y el despliegue atómico de tus manos atravesando mi pecho. Muda las cosas que pueblan la existencia. Como en un rompecabezas abandonado, están revueltas estas piezas que vamos encontrando con el cuerpo, aquel volumen expansivo que posee el don del movimiento.
Nunca hubo llaves ni muebles ni libros, solamente pistas de cómo llevar a cabo la presencia.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2020. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.