La inconformista detective Matilde Bremen y su asistente, Montse Martín del Valle, se enfrentan en un caso paradigmático en su carrera. Una pequeña marca en el cuello de la víctima, Angelina Valois, hace pensar que no se trata de un suicidio, como aparenta su muerte. Para Matilde es un asunto personal pues la victima pertenece a su pasado y a la historia de su vida, para Montse es un caso difícil dado que involucra los sentimientos de su mentora.
Bajo la superficie de una Guadalajara aparentemente tranquila y pacífica, con su mundo de casonas coloniales de cantera y buganvileas y fines de semana en la ribera de Chapala, a punto de desaparecer, se mueven los personajes de esta novela donde subyacen venganzas y rencores que deben encontrar su rendición o su castigo.
Con una prosa sencilla y envolvente, Martha Vidrio escribe no solo la primera novela de género policiaco en Guadalajara, sino la primera cuya protagonista es una mujer, revelándose como una fiel representante del género.
Eugenio Partida